Pintura de Howard Behrens

Pintura de Howard Behrens

miércoles, 22 de febrero de 2012

Circo 1913 August Macke



Circo
Fecha: 1913
Técnica: Óleo sobre cartón.
Medidas: 47 x 63,5 cm



Tres acróbatas auxilian a una amazona tras sufrir un accidente. Su cuerpo inerte es cargado fuera del escenario al igual que el caballo que ha provocado la tragedia. Más cerca del espectador, una figura encorvada y en penumbra nos da la espalda en señal de dolor. El circo muestra su vertiente agridulce, donde la felicidad puede dar paso en cualquier momento a la tristeza más profunda y el peligro y la muerte están siempre acechantes. La frágil amazona y el circo se relacionan con el pintor que, al igual que los personajes circenses, se considera un ser al margen de la sociedad

En 1913, Macke se había distanciado del grupo expresionista Die Blaue Reiter (El jinete azul), y su andadura personal le había llevado a París. Su interés por el futurismo y, en especial por la obra de Robert Delaunay, al que le uniría una estrecha amistad, es evidente en la pintura del Museo Thyssen-Bornemisza. El interés de Macke por el valor expresivo del color se unió a la visión fragmentada del espacio de Delaunay en unas obras que se convierten en las herederas germanas del cubismo cromático del pintor francés

En esta pintura y en El equilibrista , dos obras estrechamente relacionadas entre sí, Macke rescata el tema del circo. Este espectáculo había interesado con anterioridad a otros muchos artistas por su colorido, su luminosidad y, quizás también, por tratarse de un mundo a contracorriente de las normas establecidas. Los factores que motivaron el interés de Macke por los contenidos circenses durante el invierno de 1913-1914 podrían estar relacionados —según apunta Peter Vergo —con su traslado a Hilterfingen en Suiza, a orillas del lago Thun. Allí, según testimonio de Elisabeth Macke , solía actuar en la plaza del mercado una familia de artistas llamados Knie , cuyas piruetas sobre un cable colocado en la plaza les habían impresionado tanto a ella como a su marido: «Es un inusual espectáculo de rico colorido y extraños contrastes que uno raramente puede contemplar. Todo esto le causó una gran impresión estética a August , quien trasladó estas experiencias con una gran maestría en numerosos dibujos y pinturas» .
La escena que capta Macke en el óleo del Museo Thyssen-Bornemisza, un accidente ecuestre en medio de la pista, es una visión un tanto dramática en la que el dolor y la muerte han quitado todo protagonismo a la función. Pintado un año antes de su prematura muerte en el frente, supone una excepción en el conjunto de la obra del pintor, siempre marcada por un espíritu alegre y jovial.

El lenguaje pictórico postcubista, muy en la línea del orfismo de Robert Delaunay , nos habla del fuerte influjo que ejerció este artista francés sobre Macke, a partir de su encuentro en París en 1912. Las lonas de la carpa y los postes que la sujetan se fragmentan en un cubismo cromático, que descompone la forma a través de la luz y transforma la estructura de la imagen en una estructura transparente de color. Por otra parte, el luminoso colorido, habitual en toda su obra, crea una atmósfera brillante e irreal, que acentúa el inquietante 
pathos de la escena.


Maribel Alonso Perez
22 febrero 2012

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